miércoles, 10 de septiembre de 2014

COMIDA, AGUA, ENERGÍA, ORO . . . ESCLAVITUD. CIBO, ACQUA, ENERGIA, ORO . . . SCHIAVITÚ



Me gustaría creer que esto que está pasando en el mundo sólo es el fruto de un mal sueño, pero desgraciadamente no es así. Y si empezamos a mirarnos alrededor, sin ponernos a hacer cálculos estadísticos, nos daremos cuenta que nuestro sistema financiero ha sido desangrado por una generación de ladrones y aprovechados.
Nos encontramos en una fase en la que trabajamos siempre más duro y recogemos menos frutos. Esta estrategia nos está convirtiendo en esclavos virtuales. Estamos en las manos de una generación de vampiros que atacan directamente al corazón de nuestro sistema financiero e imponen y deciden los precios de nuestros más  preciados recursos: comida, agua, energía, oro.
Uno de los muchos ejemplos de lo anterior es la producción de energía eléctrica. ¿Nos hemos preguntado alguna vez de dónde ha salido el dinero para construir las centrales eléctricas? ¿Quién ha pagado a las empresas para llevarnos la corriente eléctrica hasta nuestra casa? ¿Quién paga a todas personas que gestionan la distribución y administración de la energía eléctrica? Somos  nosotros trabajadores los propietarios de todo esto. Y, entonces, ¿por qué continuamos a pagar algo que es nuestro y que ya hemos pagado?
Incluso también el dinero viene manipulado por delincuentes de alto nivel, cometiendo gigantescos hurtos a millones de personas. Hablamos de trillones de millones de euros al año, creando falsos planes de austeridad o falsos planes de saneamiento financiero. No existen situaciones de pobreza y carencia. Desgraciadamente somos las víctimas de este hurto de proporciones gigantescas. Y continúan a llenarnos el cerebro con mentiras.
Entre los años 50 y 60, la producción industrial atuvo considerables progresos y una crecida vertiginosa. Los grandes calculadores de estadísticas de aquella época aseguraban que una familia de nuestra época habría vivido tranquilamente con el sueldo de una persona, trabajando diez horas a la semana. La pregunta que se hacían era cómo habrían empleado el tiempo libre restante. En aquellos tiempos se necesitaba una semana para hacer el trabajo que hoy en día se hace en menos de ocho horas. Hoy tenemos tecnologías muy  potentes que nos permiten aplicaciones que en aquella época eran inimaginables. Somos cien veces más ricos que en los años 50 y 60. Somos los herederos de esta enorme riqueza de prosperidad y bienestar. ¿Dónde está esta riqueza? La razón por la que no la disfrutamos es porque estamos en manos de gente sin escrúpulos, depredadores que se han aprovechado de nuestra riqueza para crear corporaciones gigantescas, provocando el aumento de los precios, bajando los salarios y robando los frutos de nuestra producción.
Hoy en día, en una familia tienen que trabajar la jornada completa, casi sin respirar, los dos padres para llegar justos a fin de mes y sin tener tiempo de ver crecer a sus propios hijos. Estamos en las manos de personas sin escrúpulos, que mueven a su placer los medios de comunicación, usando los problemas sociales para dividirnos y para enfrentarnos los unos con los otros. Continúan a aterrorizarnos con los problemas bancarios. No importa que estas instituciones inviertan millones en causas perdidas o en malas gestiones, precipitando al borde de la quiebra. Al final somos nosotros los que pagamos los daños hechos por los bancos.
Creo que ya es hora que digamos basta a la esclavitud. Tenemos derecho a vivir una vida decorosa y si todos lo creemos, lo conseguiremos. Tenemos la necesidad de creer en personas sanas, honestas y leales para hacernos salir de este agujero negro, sin que nos importe el color al que pertenezcan.
 



Mi piacerebbe credere che questo che stà succedendo nel mondo é soltanto frutto di un brutto sogno, ma purtroppo non é così. E se incominciamo a guardarci  intorno, senza metterci a fare calcoli statistici, ci renderemo conto che il nostro sistema finanziero é stato dissanguato da una generazione di ladri  e approfittatori.
Siamo in una fase in cui  lavoriamo  sempre più duramente  e  raccogliamo sempre meno frutti. Questa strategia ci stà rendendo degli schiavi virtuali. Siamo nelle mani di una generazione di vampiri che colpiscono il cuore del nostro sistema finanziario e impongono  e decidono i prezzi delle nostre più preziose risorse: cibo, acqua, energia, oro.
Uno dei tanti esempi é la produzione di elettricità. Ci siamo mai chiesti chi  ha messo i soldi per costruire le centrali elettriche? Chi ha pagato le imprese per portarci la corrente a casa? Chi paga tutte queste persone che gestiscono la distribuzione e amministrazione?  Siamo noi lavoratori padroni di tutto questo.  E allora, perchè continuiamo a pagare qualcosa que é nostra e che abbiamo già pagato?
Addirittura  anche i soldi vengono manipolati da delinquenti di alto livello, mettendo in atto dei giganteschi furti  a migliardi di persone. E parliamo di trigliardi di milioni di euro all’anno, creando falsi piani di austerità o falsi piani di risanamenti finanziari.  Non esistono situazioni di povertà  e scarsità. Purtroppo noi siamo le vittime di questa rapina di proporzioni gigantesche. E continuano a riempirci il cervello di menzogne.
A cavallo tra gli anni 50 e 60, le produzioni industriali  ebbero dei considevoli progressi e crescite vertiginose. I grandi calcolatori di statistiche di quel periodo assicurarono che  una familia dei nostri giorni  avrebbe vissuto tranquilamente con lo stipendio di una persona, lavorando soltanto dieci ore alla settimana.  La domanda che si facevano era come avrebbero  impiegato il tempo libero rimanente. In quel periodo ci voleva una settimana  per fare un lavoro che oggi si fa in meno di otto ore. Oggi abbiamo tecnologie potentissime che ci permettono applicazioni che a quel época erano inimmaginabili. Siamo cento volte più ricchi degli anni 50 e 60. Noi siamo gli eredi di questa enorme richezza di prosperità e benessere. Chè fine ha fatto questa richezza? La ragione perchè non la usufruiamo é che siamo nelle mani di una classe di persone senza scupoli, dei rapaci che hanno approfitato di questa  richezza per creare corporazioni gigantesche, provocando l’aumento dei prezzi, abbasando i salari e continuando a rubare i frutti della nostra produzione.
Nei tempi odierni, in una familia devono lavorare a tempo pieno entrambi i genitori per sbarcare il lunario senza tenere  tempo di poter vedere crescere i propri figli. Siamo nelle mani di persone senza scupoli  che muovono a suo piacimento i midia, usando i problemi sociali  per dividerci e per farci combattere l’uno contro l’altro. Continuano ad aterrorizarci con i problemi  bancari. Non importa se queste istituzioni investono  milioni in cause perse o cattive gestioni, precipitando al bordo del fallimento.  Alla fine siamo noi che paghiamo i danni fatti dalle banche.
Credo che é ora che diciamo basta alla schiavitù. Abbiamo diritto di vivere una vita decorosa e se ci crediamo tutti ci possiamo riuscire. Abbiamo bisogno di credere in persone sane, oneste e leali per farci uscire da questo vortice,  senza  che ci importi a quale colore appartengano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario